Jose Luis Duarte Jose Luis Duarte Author
Title: La Esencia de la vida en la muerte
Author: Jose Luis Duarte
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La vida es sentir, respirar, suspirar y sí: amar La vida es dolor, tristeza, angustia y sufrimientos La vida es locura, enojo, pasión, alegr...
La vida es sentir, respirar, suspirar y sí: amar
La vida es dolor, tristeza, angustia y sufrimientos
La vida es locura, enojo, pasión, alegría, sinsabores.
La vida está llena de matices, de colores y telones tal cual granos de arena hay en el mar y son
Incontables.
La muerte es misteriosa, desconocida, temeraria, imprevisible, sorpresiva, cruel y sí algunas veces: despiadada..

La muerte es pareja y se lleva a todos por igual, sin egoísmos.

No hay diferencia alguna a la hora de hacerse presente en la vida de todos y cada uno de los que aquí, vivimos y respiramos, algunos lo hacemos naturalmente, otros con ayuda artificial y algunos lo hacemos muy lentamente debido al paso de los años o de la amargura, pero que mientras tengamos aire en los pulmones estamos vivos

¿Que no?

Me han contado una historia bonita, mágica y llena de luz, una conversación que me remontó a tantas cosas y gentes, nostalgia, recuerdos...de todo un poco en realidad.
En ella se funden el amor, los recuerdos de infancia, las tradiciones ancestrales y la emoción de quien hoy, es un adulto que recuerda los días que han hecho su vida a través de los sabores, los olores…

¿Qué puede haber más genuino que los recuerdos de un niño de seis, siete años? No mucho en realidad, por qué los niños son la inocencia y el amor en estado puro y ahí, todo es sinceridad y alegrías, verdad.

Todos los recuerdos que se van entretejiendo son los preparativos para la celebración, para recibir a "Los invitados a la fiesta en su honor"

Los ingredientes pensados en la medida exacta de Mamá, para la preparación de los alimentos que han de servirse a la mesa de la celebración de quienes se han ido a un lugar mejor…
El mole!! Ese delicioso manjar mexicano que nos inunda de olor, de sabor, color!
Un mole hecho a medida por manos mágicas que hacen a los niños pensar en la maravillosa receta secreta que guardan con amor y de memoria las Madres, esas benditas mujeres que incluso llegan a bordar, a coser con sus propias manos sendos manteles para poner de adorno en la mesa que será la protagonista de este banquete de nuestros queridos Muertos!

Compartir el banquete con todos los que vengan a la mesa: vivos y muertos, los manjares de la fiesta es un deleite que excita todos los sentidos y pone a las emociones a flor de piel al regresar en el tiempo a través de los recuerdos esos mismos platillos que tanto amor y dolor nos provocan...las emociones son agridulces y siempre habrá lágrimas en los ojos que nos inunden el alma y sentir ahogarnos de tanto, las palabras dichas y muchas más, que no dijimos, los abrazos que echamos en falta, las sabias palabras y consejos tan apreciados hoy día que precisamente, ya no están aquí para dárnoslos.

Los recuerdos se sientan a la mesa al ver el pollo, el guajolote, el arroz, el pulque y el tequila, el quemante sabor del mezcal, y el dulce de calabaza, las muñecas de pan con dulce color de rosa, las tostaditas con azúcar roja, las hojaldras con huesitos sabor a nuez o naranja..el rico y calientito chocolate, el café con canela..

Las flores y su color que nos recuerda cuando Mamá nos mandaba a cortarlas al campo para adornar los jarrones para la ofrenda de los chicos y de los grandes…

Hay algo que me ha estremecido entrañablemente el ser: el encendido de velas.

Es ahí donde el corazón se puede partir en dos al entender el significado al prender o apagar una simple vela, no es una vela es la forma, el cuerpo, el nombre que toma la vela, la flama que personifíca a nuestro ser amado que ya no está entre nosotros, que vendrá está

noche a visitarnos y compartir mucho más que la comida, los recuerdos, esos innumerables recuerdos que ya sean de felicidad o de tristeza, de dolor o alegría, de pesar o pendiente, de enojo o perdón pero que sí, está es la noche en que estaremos juntos según, nuestra tradición más antigua como mexicanos: El día de los Fieles Difuntos

Esa vela que es la luz que representa el alma, el espíritu de Mamá, Papá, Hermanos, Tíos, Abuelos, Amigos es la que vamos a encender y apagar sin que quede un atisbo de humo por que se escapa el espíritu y se pierde en quién sabe dónde, ahí en la mesa o en el altar donde está la ofrenda y será el festejo, habrá que sacar las palabras para dar la bienvenida y sí, otra vez, la despedida.

Hemos de pensar, que decir antes de que se nos salten las lágrimas a los ojos y no, nos dejen hablar de tantas emociones por qué en el corazón ya se nos inundó el alma y no vaya ser que no podamos expresarles el gusto que nos da recibirlos en casa, su casa.

Saber que esa luz de la vela es la esencia o espíritu de nuestros muertos y cuidarla, acompañarla, velarlos esta noche es un regalo del cielo que nos enseña a fortalecer el temple y el carácter ante el dolor y los recuerdos, esa luz que tiene tanto significado y que nos hiere el alma cuál flecha llena de sentimientos… al encender o apagarlas será siempre una hucha de recuerdos imborrables, queda ahí entre lo mío, lo tuyo y lo que se anidó en el alma de cada uno y no hay quién nos lo quite o lo mueva del lugar sacrosanto que son los divinos y maravillosos recuerdos que nos borda la vida.

A través de tantos años de ver irse a los que nos dieron el ser, a quién le dimos el ser, a quienes compartieron juegos y travesuras con nosotros, confidentes o cómplices, a todos los que nos conforman la existencia a través de la vida y la muerte que nos deja la prueba fehaciente de saber que aquí estamos, aquí estuvimos y que sí, estaremos sempiternamente mientras haya alguien que nos recuerde en este día de cempasúchil y ceras, esta noche de luz eterna y tierra que nos guarda en las entrañas tal cual raíz que siempre dará sus frutos, o en las cenizas que acarician los mares, las montañas y las cuevas, ahí donde cada uno tenga su morada final en este mundo.

La vida es hoy y tiene veinticuatro horas y la Muerte, la excelsa muerte tiene sí, un día como hoy: 2 de noviembre para manifestarse y hacerse sentir en vivos y no tan vivos

Amar y agradecer por la vida y la muerte es y será como el Alfa y el Omega, el día y la noche, la luz y la oscuridad, el principio y el fin con la línea más recta que nadie puede jamás, torcer ni doblar, la muerte es y será segura para todos y cada uno de los que aquí estamos y somos.

Dicen que polvo somos y al polvo vamos.

Yo no lo creo: del amor venimos y al amor vamos

De la luz venimos y con la luz vivimos, a la luz regresamos De carne somos y del espíritu exhalamos

La vida es bella por qué la muerte la adorna de cempasúchil La cera se derrite por qué se lavan las penas

La muerte es la vida en forma de almas que hay en el arcoiris, en los pájaros, en un amanecer...ahí donde tú corazón está, ahí lo vas a encontrar y los muertos, nuestros muertos sólo se van cuando dejamos de recordarlos

"Las Mariposas son las Almas que vienen del cielo a llenar de color y armonía nuestra vida"

A Mundo, con amor. Mariangel Contreras.


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