lo miran todo
y a todas al igual
que me miran a mí
y sin embargo quisiera
que la llama de tus pupilas
que al mirarme me quema,
tan solo se encendiera
en la hoguera de las mías
que arde y desespera
sin viento y sin medida,
cuando te veo venir.
María Elena Astorquiza V.
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