dibujó silbidos de distancias
bruma y quietud
envolvieron la rigidez de tu ser .
a mañana se llevó tu voz
los espacios se borraron…
quizás Imaginabas los tropiezos
de mis pasos-
¡Sé que no estás…!
¿La luna llanera te llevó consigo?
¿O el trabajo infatigable ahogó tu respirar?
Te veo venir presuroso
sofocado de horas
la brisa incansable mueve
el lino ajado que cubre tu silueta,
el brillo de un anillo de patria
confunde su estructura
con la cuarta campanada de un día
que agoniza con el último rayo de sol.
¿Quién soy sin ti…?
Las voces lejanas murmuran
respuestas de aromas sin flores,
un oso azul de pelambre suave
vuelve a mirarme con ojos redondos
mi mano pequeña busca la penumbra,
allí está tu huella guardada en la soledad
del latir lento de mi existencia.
La herencia ha transcurrido
los ideales fueron sepultados
el blanco de lucha y prisión
solo enjugó lágrimas de miedo y triunfo.
¡Sé que no estás…!
Te encuentro en alguna carrera truncada
en un ave enjaulada en espera de combate
en la mano alzada de la bendición
de cada bautismo
en la piel áspera de la diestra del último compadre
en alguna sonrisa de oro
en la silla corroída que guarda el grito de dolor
en el amor que me hace falta
en las horas de tu reposo silente
en la incoherencia de tu memoria
en mil historias contadas en la silla negra
en el silencio de los hermanos inexistentes
¡ Se que no estás!...
¿La luna llanera te llevó consigo?
¿Por qué te quitó las palabras ?
Algún día estarás en la vereda
me darás la mano, no volveré a caer,
caminarás conmigo,
el sendero será nuestro,
solo mi memoria delirante
dibuja tu existencia transparente,,,
¡Se que no estás allí...!
Mariela Lugo
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