que espero nunca llegue,
sientes acongojado el pecho
porque he dejado de quererte
y no te cubren ya mis besos,
será porque de tus brazos
de noche mientras dormías
y aunque mi alma se niegue,
a mi cuerpo tibio e inerte,
al alba se lo llevó la muerte.
María Elena Astorquiza V.
Publicar un comentario