porque me llena de nostalgia
de mis navidades de niña,
de esas navidades ya lejanas
donde esperaba la mañana
para quitar cintas y papeles
a los regalos sobre mi cama.
Era entonces tanta la alegría
que no había lugar a la tristeza,
no me faltaba nada ni nadie
y en mi inocencia temprana
nunca llegué a imaginar siquiera
en que algún día me faltara,
el amor de mi padre como hoy día.
María Elena Astorquiza V.
Publicar un comentario