y cuántos sonrojos
para envolverme
en la luz de tus ojos.
Cuánto silencio
y cuánto tormento
hasta morder tu boca
y robarte un beso.
Cuántos abrazos
y cuántos momentos
para entibiar tu pecho
con mi piel y mi aliento.
Cuántos suspiros
y cuántos te quiero
desnuda en tus brazos
hasta alcanzar el cielo.
María Elena Astorquiza V.
Publicar un comentario