en llegar la noche
envuelta en negra calma
si con su tardanza
se tarda también el alba.
Por qué me parece
tan tediosa la espera
y se alargan las horas
marcadas en la esfera
del reloj de mi alma.
Será tal vez porque
si tú, amor te ausentas
antes de caer el ocaso,
las horas me corren lentas
hasta volver a tus brazos.
María Elena Astorquiza V.
Publicar un comentario