- Sabe sintonizar con los sentimientos, necesidades y deseos de los demás al tiempo que permanece plenamente consciente de su propia experiencia emocional SEPARADA.
- Sabe sentir el dolor de otra persona sin abandonarse o tener que controlar la situación en cierto modo.
- En medio de la discusión más acalorada, por ejemplo, sabe con exactitud cuándo mantenerse firme y cuándo ceder, porque es agudamente consciente de cómo sienten usted y la otra persona acerca del punto del conflicto.
- Logra un equilibrio consistente entre sus propias necesidades y las de los demás (un a proeza acrobática merecedora de un premio) en el amor, en casa y en el trabajo.
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