con el aroma del alfeñique y papelón.
Evoco tus mansas aguas de Guaremal,
reflejando tal cual espejos.
Los deditos de los niños
que sonríen complacidos
sintiendo el cosquilleo
de tus caricias
ante la mirada cómplice
de la curiosa naturaleza
que te bordea.
Tu gente es humilde,
bondadosa, ama y abraza,
son tan dulces como la guameña
y como los besitos de leche
en su colorida envoltura.
Pueblo sencillo,
los chicos de tus barrios
plasman sueños
en los barquitos de papel
que recorren las calles
en los días lluviosos.
Pueblo digno
que ves como tus hijos crecen
dejándolos volar.
Siendo poetas, músicos.
escritores, cantores,
pintores y artesanos,
su musa es el sabor a la caña dulce
que cuidadosamente se anidó
en sus corazones.
Quisiera descansar en una de tus tardes
con el canto de la paraulata,
bajo la sombra de un Araguaney
cubriendo mi cuerpo
con sus flores Amarillas
las cuales sonríen entre ellas
como chiquillas traviesas.
¡Te honro terruño bendito!
Mi alma se manifiesta ante ti
a través de las letras de tu canción:
“YARITAGUA brava tierra
nunca te podré olvidar...
Autor: Yaritza Rodríguez
Derechos Reservados de autor
ASOPEY - Venezuela
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