de febrero
en que dijiste
que me querías,
ya no voy
por los jardines
deshojando
margaritas
para tener
un te quiero
de tu boca mía.
Para sentirme
querida,
para saberme
amada,
ya no espero
por tus palabras,
me basta
con tu mirada,
me basta
con tus caricias
y tus besos
de madrugada.
María Elena Astorquiza V.
Publicar un comentario