que esta noche vas apagada
y dejas mi cuarto a oscuras
si solo anoche de madrugada
te detuviste sobre mi lecho
y fueron tus pupilas claras
con su mirar dulce y plateado
las que viéndome desnuda
me vistieron toda de besos.
Hace un momento pasaste
como una extraña a mi lado
ensimismada en tu silencio
y con la frente baja y ceñuda.
Quizás si tan solo pensabas
en alcanzar a tu mar amado
para dormirte entre sus olas
bordadas de blanca espuma,
mientras yo vago desvelada
contando una a una las horas,
persiguiendo las campanadas
y ahogada en un mar de dudas.
María Elena Astorquiza V.
y dejas mi cuarto a oscuras
si solo anoche de madrugada
te detuviste sobre mi lecho
y fueron tus pupilas claras
con su mirar dulce y plateado
las que viéndome desnuda
me vistieron toda de besos.
Hace un momento pasaste
como una extraña a mi lado
ensimismada en tu silencio
y con la frente baja y ceñuda.
Quizás si tan solo pensabas
en alcanzar a tu mar amado
para dormirte entre sus olas
bordadas de blanca espuma,
mientras yo vago desvelada
contando una a una las horas,
persiguiendo las campanadas
y ahogada en un mar de dudas.
María Elena Astorquiza V.
Publicar un comentario