me sorprenden a solas
y el sol ya se esconde
obedeciendo al ocaso,
me voy sin demora
a la orilla del río,
a cantar mis versos
uniendo las notas
del viento que sopla
y el dulce sonido
del agua que corre.
Y danzo al compás
de un coro de grillos
que marca mis pasos
y en su canto me lleva
a sentirte conmigo.
Amor de mis albas,
amor de mis noches,
no tardes mi alma
que desnudo mi pecho
te espera y te llama,
no dejes que el día
amor mío se muera
en mudo silencio
sin untarme los labios
con la sal de tus besos.
María Elena Astorquiza V.
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