la luna se escondiera
ocultándome tu cara,
como leería en tu mirada
esas palabras tan amadas
que desespero por oír
y tu boca siempre calla.
Sería mejor que aprendiera
a leer el lenguaje de tus ojos
en esas horas en que el sol
vistiera de azucena el día,
así me guardaría el amor
de tus pupilas encendidas
que desnuda me miran.
María Elena Astorquiza V.
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