La pequeña de pelo rojo, trenzas y pecas lo miraba de lejos, saltó de su banqueta y corrió a sentarse en su regazo.
-“Tatita, me podes decir cuatro oraciones o palabras que sean las que más, más, te gusta decir en el mundo entero”, la inocencia en todo su esplendor queriendo saber de la vida.
-“Claro que sí.”, contestó el abuelo . – “Mis palabras y frases preferidas son estas y te explico porque… la primera es “perdón”, porque es de alma grande saberse equivocado y acercarse a quién lastimamos con el corazón ensanchado para sanar al otro, la otra es, “te entiendo”, porque es la respuesta que me gustaría escuchar después de mi perdón sincero, “Gracias” sigue después porque es lo que le diría a la persona que perdono mi error, mi daño, mi locura y por último “te amo”, porque después de un error, un perdón, un gracias y un te entiendo todo termina simplemente en un “te amo”, con un abrazo apretado y el corazón de ambos calmo, tranquilo, descansado.”
La pequeña pecosa lo miro, admirando cada palabra ,quedó pensativa, y en voz suave, graciosa y pícara le dijo –“Creo Tatita que todavía no te entiendo pero voy a escribirlas así cuando crezca las uso, seguro que me sirven si vos me las decis”
La charla terminó en un abrazo tibio y apretado de un salto bajó de su regazo para volver a su banqueta a pintar y a soñar…
Perdón, gracias, te entiendo, te amo, tan simple…
Mechi Mastandrea
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Que el buen amor se expanda
Publicado con permiso de su autora
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