A actuar según tu instinto, tu verdad, tu manera.
Anímate a ser tú mismo.
A no mirar afuera y sí mucho, hacia adentro.
Ten presente que el futuro es hoy.
Contempla y admira lo sencillo.
Cree, crea, inventa y reinvéntate.
Ama sin medida. Solo mide qué distancia puedes acortar.
Piénsate, escúchate y respeta tus silencios.
Busca, buscándote. Y encuéntrate haciéndolo.
Ten buenos gestos. Respeta el valor de tu palabra.
Enseña con tu ejemplo.
Que tu boca se abra primero para besar, luego para hablar.
Aprende del más allá, comenzando por el adentro.
Comenta solo lo bueno y juzga solo lo propio.
Comprende que el inicio de la felicidad es aceptarse a uno mismo.
Pinta un cielo gris con barniz de colores para un presente más brillante.
Mantén la esperanza reflejada en tu faz aunque haya tormenta en tu interior.
Pon la razón en su justo sitio y no en el que pretende, ambiciosa ella.
Intenta sentir y gozar cada instante de estar vivo, aunque te duela.
Vive, viviendo. Y no imitando hacerlo.
No es lo mismo.
Olga Maria Sain
©Derechos Reservados
Texto publicado con autorización de su autora
Prohibida su reproducción parcial o total sin la autorización de Olga Maria Sain
Anímate a ser tú mismo.
A no mirar afuera y sí mucho, hacia adentro.
Ten presente que el futuro es hoy.
Contempla y admira lo sencillo.
Cree, crea, inventa y reinvéntate.
Ama sin medida. Solo mide qué distancia puedes acortar.
Piénsate, escúchate y respeta tus silencios.
Busca, buscándote. Y encuéntrate haciéndolo.
Ten buenos gestos. Respeta el valor de tu palabra.
Enseña con tu ejemplo.
Que tu boca se abra primero para besar, luego para hablar.
Aprende del más allá, comenzando por el adentro.
Comenta solo lo bueno y juzga solo lo propio.
Comprende que el inicio de la felicidad es aceptarse a uno mismo.
Pinta un cielo gris con barniz de colores para un presente más brillante.
Mantén la esperanza reflejada en tu faz aunque haya tormenta en tu interior.
Pon la razón en su justo sitio y no en el que pretende, ambiciosa ella.
Intenta sentir y gozar cada instante de estar vivo, aunque te duela.
Vive, viviendo. Y no imitando hacerlo.
No es lo mismo.
Olga Maria Sain
©Derechos Reservados
Texto publicado con autorización de su autora
Prohibida su reproducción parcial o total sin la autorización de Olga Maria Sain
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