Reconciliarse con el pasado. Es muy importante dedicar tiempo a descubrir los pensamientos y los sentimientos negativos que guardas. Sólo así podrás, a través del perdón, reconciliarte con el pasado y tomar el aprendizaje que también te ha dejado.
Establecer límites. Sólo tú puedes protegerte de aquellas personas que te hacen daño. Establece límites firmes que les dejen saber tu negativa a permitir que te sigan afectando. Un cambio en la forma en la que sueles reaccionar les mostrará tu determinación.
Romper el círculo de indiferencia o maltrato. No importa si es la otra persona con su comportamiento, comentarios y actitud quien nos hace sentir afectados, lo verdaderamente importante es resistir el hábito que tenemos de reaccionar del mismo modo.
Buscar un espacio para conversar. Es muy importante hablar con frecuencia acerca de lo que sentimos y pensamos con la intención de limar las asperezas y de superar las dificultades para acercarnos más.
No tener falsas expectativas. Deja de esperar tanto de tus seres queridos y de los conocidos... Cuando esperamos tanto de los demás, generalmente nos sentimos frustrados cuando las personas no actúan o no nos dan aquello que esperamos.
Actuar con humildad. Es importante tener la humildad de reconocer y aceptar tus errores y limitaciones, pues esta es la única vía para superarlos. Pregúntate: ¿Qué puedo aprender de esta experiencia? Recuerda que: "El placer se acaba cuando intentamos atraparlo y el dolor se extiende cuando lo rechazamos".
Pasar la página. Hay situaciones que se repiten en nuestra vida. Decide actuar o responder de una manera diferente a cada una de ellas, y rompe el ciclo. La mayoría de las veces la solución depende de un cambio de actitud y de la toma de una decisión. Quiérete para que puedas decir: ¡Ya no más!
Buscar la reconciliación. Acércate a esa persona con la que tienes un malentendido o un desacuerdo que los ha separado por mucho tiempo y comunícate con ella. Pídele perdón o perdónala si fuese necesario, y exprésale tu deseo de rescatar la relación.
Aprender a perdonar. Llénate del amor hacia tus seres queridos para que puedas comprender la limitación o la ignorancia de las personas que te hicieron daño, así podrás perdonarlas con más facilidad. Perdona para que las emociones negativas que te envenenan salgan de ti.
Aceptar a las otras personas tal como son. No quieras cambiar el comportamiento y la actitud de otras personas. Acéptate a ti mismo y a los demás con sus cualidades y limitaciones, centra tu atención en la afinidad y en las semejanzas que tienes con ellos, y siéntete libre de establecer limites en tu relación con aquellas personas que te afectan negativamente, o que no están dispuestas a llegar acuerdos para sanar y fortalecer la relación.
Maytte Sepúlveda
Publicar un comentario