¿Cuántas veces hemos dicho esta frase, la hemos escuchado, pensado? ¿Es real? ¿Cuáles son las cosas que no logro cambiar?
- Relaciones que ya no funcionan
- Parejas incompatibles
- Trabajos que nos agotan y disgustan
- Actividades que nos denigran
- Actitudes autodestructivas o dañinas
- Ideas pasadas de moda
- Creencias limitantes
- Expectativas fantasiosas que no me dejan disfrutar de lo que hay
- Conductas
- Patrones
- Formas de reaccionar
- Zona de confort
- El pasado
- Contratos
- Acuerdos
Existen en nuestra vida ciertas cosas que no logramos eliminar. Es necesario que nos tomemos el tiempo de
- Renegociar
- Examinar
- Destruir
Estos patrones de conducta que no nos permiten ser felices. Te invito a revisar tu vida, toma un lápiz y haz una autoevaluación con cada uno de estos puntos.
¿Qué ocurre? estamos acostumbrados a pensar y vivir de ciertas formas, por lo cual pensamos que no existen otras posibilidades para nosotros.
Muchas de las relaciones o situaciones en que nos movemos diariamente están delineadas por expectativas irreales, que nos hicimos para "evadir algo", queríamos cambiar y nos llevó hacia donde estamos hoy. Tememos hacernos responsables de nosotros mismos, no nos detuvimos a pensar en cómo nos sentiríamos. Es lo de siempre, parece estar bien al principio; estamos dispuestos al esfuerzo o sacrificio, hasta que un día ya no podemos más.
¿Por qué con algunas personas todo es cómodo y con otras no?
Nosotros hacemos contratos conscientes o inconscientes, hacia otras personas, en los cuales accedemos a ciertos acuerdos. Muchas veces, en el momento en que los hacemos suenan bien, pero con el pasar del tiempo dejan de estar vigentes y es necesario cambiarlos.
Las personas compatibles viven en el presente y su relación no necesita de estos contratos. Son relaciones que crecen, fluctúan, se mueven y cambian en respuesta al crecimiento y presencia de cada una de las partes. Esos amigos a quienes podemos decir cualquier cosa, aunque nos dejemos de ver por semanas o meses. Esas son relaciones libres, seguras, compatibles, que fluyen.
Cuando las personas son incompatibles, su relación necesita apoyarse en contratos para crear una ilusión de cercanía, o por lo menos de continuidad. Estos contratos recuerdan a los miembros de cómo deben comportarse cuando sus verdaderas necesidades no son o no deben ser tomadas en cuenta dentro de la relación.
Las relaciones casuales como las de trabajo, necesitan de contratos que establezcan apoyo, cuando la verdadera relación no lo da. Por ejemplo, seriedad, distancia, cuándo ser chistoso, cuándo amable, cuándo callar, etc.
El problema se da cuando olvidamos las verdaderas habilidades para relacionarnos unos con otros, dejamos de confiar en nuestro interior y dejamos de escucharnos.
Como los matrimonios que a la vista de todos no funcionan, en que los dos están solos, pueden tener aventuras, no se comunican, están frustrados, pero no pueden terminar. A ellos los unen contratos, como los hijos, la posición social, el dinero, las obligaciones.
Todos tenemos de estos matrimonios malos, con el trabajo, algún hábito, algo que nos estorba. Los invito a revisar sus vidas y decidir revisar, analizar, re escribir o cancelar esos contratos.
Dagmar Polasek
Psicología General
Licenciada en Psicología Clínica
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