Jose Luis Duarte Jose Luis Duarte Author
Title: ¡Ojo con lo que dices!
Author: Jose Luis Duarte
Rating 5 of 5 Des:
Cuando hablas, dices quién eres, te describes ante los ojos de los otros, muestras tu espíritu y expresas los sentimientos que hay en tu co...
Cuando hablas, dices quién eres, te describes ante los ojos de los otros, muestras tu espíritu y expresas los sentimientos que hay en tu corazón. Y es que cada palabra que pronuncias es, sin lugar a dudas, el reflejo de tus pensamientos, de tus sentimientos y sobre todo de tu yo interior. Por eso es que las palabras con las que hablas determinan la calidad de comunicación que tienes para expresarte con los demás y contigo misma/o, influyen en tus emociones y en la percepción que los demás tendrán de ti.

Por lo tanto, cuando utilizas palabras adecuadas comprendes que las cosas no solo dependen del exterior, sino de las interpretaciones que tienes de tu propio mundo interior. Y en tal sentido, si quieres vivir en armonía este fugaz intervalo de vida contigo y con las personas a tu alrededor, es fundamental que hagas el mejor uso de tus palabras y sobre todo, que aporten algo positivo.

Al pronunciar una palabra o una frase, ya sea negativa o positiva de alguna manera salen de ti convertidas en una ley de la mente y vienen de vuelta a ti convertidas en experiencias. Si tu palabra es positiva, entonces tu experiencia será positiva, pero si tu frase ha sido negativa, ¿Adivinas el tipo de experiencia que tendrás? Efectivamente será negativa.

Las palabras de culpa no nos proporcionan libertad. La libertad proviene de hacernos responsables de nuestra vida. Puede que esto de ser responsable de nuestra propia vida suene un poco intimidante, pero es que en realidad lo somos, tanto si lo aceptamos como si no. Y para ser verdaderamente responsables de nuestra vida, tenemos que hacernos responsables de nuestra boca. Las palabras y frases que decimos son una prolongación de nuestros pensamientos.

Evita expresiones que vayan en detrimento del crecimiento espiritual, que no generen ningún valor, que no beneficien o que no sean positivas, pues los seres humanos somos energía, y los pensamientos que se escapen de nuestros labios serán la medida de nuestra condición humana.

Si pronuncias palabras negativas o limitadoras, cámbialas. Cuando escuches alguna historia o anécdota negativa o bien un chisme, no los vayas contando por allí; ya han llegado demasiado lejos, que se esfumen. Sin embargo, si escuchas una historia positiva cuéntasela a todo el mundo. De esta forma si cambias tu forma de hablar, también cambiarán tus experiencias.

Esfuérzate para que tu manifestación verbal sea ciento por ciento positiva, haz tu mejor empeño diario por cancelar todos aquellos rastros de negatividad que te aborden.

Cuando no tengas nada positivo que decir de otra persona, entonces te sugiero que te calles, porque es muy fácil decir frases con la intención de herir, además, este tipo de palabras empequeñecen a quien las dice.

Tú eres genial y mientras te preocupes por tu crecimiento personal y por conservar tus valores, desarrollarás la capacidad para que no te importe lo que otros puedan decirte y que sus palabras negativas no te pueden derrumbar. ¡Así que ojo con lo que dices por allí!

Vanessa León
Desarrollo Personal y Educación Financiera
Hay Teacher y Life Coach (Filosofía de Louise L. Hay).
Terapeuta Holística (Mente, emociones, cuerpo y espíritu).
Experta en Gestión de Finanzas Personales


Advertisement

Publicar un comentario

 
Top