Siempre tengo la libertad de elegir mis pensamientos
Ninguna persona, lugar ni cosa tiene ningún poder sobre mí a no ser que
yo se lo dé, porque sólo yo pienso en mi mente.
Tengo la inmensa libertad de poder elegir qué pensar. Puedo elegir ver la vida de manera positiva en lugar de quejarme o enfadarme conmigo o con otras personas.
Quejarme de lo que no tengo es una manera de llevar la situación, pero no cambia nada.
Cuando me amo, al encontrarme en una situación negativa puedo decir: "Me dispongo a dejar marchar lo que hay en mi conciencia que ha contribuido a crear este problema".
Todos hemos hecho elecciones negativas en el pasado, pero eso no significa que seamos malas personas, ni que estemos estancados en esas elecciones negativas.
Siempre podemos elegir dejar marchar los viejos criterios.
Disfruto con las nuevas maneras de pensar
Titubeamos muchísimo entre las viejas ideas y las nuevas maneras de pensar.
Ten paciencia contigo en este proceso. Reprenderte sólo te mantendrá atascado. Es mejor que te des aliento.
Cualquier cosa que digas o pienses es una afirmación. Observa y toma conciencia de tus pensamientos y palabras; tal vez descubras que muchos de ellos son muy negativos.
Ante una situación corriente, como un día lluvioso, dicen algo así como: "¡Qué día más
horrible!".
No es un día horrible, es un día lluvioso. A veces, para crearse un día maravilloso basta con un ligero cambio en la manera de mirarlo.
Dispónte a liberarte de la forma negativa con que miras algo y míralo de una manera nueva y positiva.
Cada momento es un nuevo punto de partida.
Ellos también fueron niños
Ya es hora de que me levante, me apoye en mí y piense por mi cuenta.
Ya es hora de que me dé lo que mis padres no pudieron darme.
Cuanto más sé de la infancia que tuvieron, más comprendo sus limitaciones. Nadie les enseñó a ser padres.
Vivieron las limitaciones de sus propios padres.
El problema de los padres es algo con lo que todos nos enfrentamos cada día; de modo que lo mejor que puedo hacer es amarlos tal como son y afirmar que ellos me aman tal como soy.
No utilizo a mis padres para explicar ni disculpar las partes negativas de mi vida.
Los bendigo con amor y los dejo libres para que sean felices de un modo que tenga sentido para ellos.
Los padres son personas maravillosas
Louise L. Hay, Meditaciones para sanar tu vida
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