Toma mi mano, abre los ojos y mira hacia adelante, sal del fango, deja de caer dentro de esas arenas movedizas que te absorben lentamente, no te dejes vencer, lucha para sobrevivir…
En el fondo de mi corazón siempre escuchaba esas voces que me animaban a seguir, y finalmente decidí escucharlas, abrí mis ojos, y pude ver una mano tendida hacia mí, me agarré fuertemente a ella, lo más fuerte que pude, y pude escuchar una voz muy dulce que suavemente me decía, lucha, sueña, la vida continúa, mira al frente y sigue, siempre estaré a tu lado para ayudarte a levantar cuando caigas, pero si no lo haces, si dejas de luchar, soltaré tu mano y nunca más te la volveré a tender.
En ese momento comprendí que tenía razón, era hora de levantarse, el tiempo de llorar había terminado, ahora debía volver al mundo, debía empezar nuevamente a caminar,tal vez todavía tuviera que caer alguna otra vez, que volver de nuevo a llorar, pero ahora sé que nunca volveré a dejarme hundir, que nada ni nadie podrá volver a conseguir que deje de pensar y soñar con la felicidad, lo vivido; el pasado siempre seguirá ahí, pero a partir de hoy únicamente guardaré en mi corazón esos recuerdos maravillosos que no quiero olvidar, esos días y horas únicas y maravillosas que viví y que jamás olvidaré, lo demás es sólo pasado ha quedado atrás, y aunque tampoco lo olvidaré, sí voy a conseguir que no se interponga en mi camino, que no sea un obstáculo para continuar.
Ahora sé que siempre que caiga, siempre que me hunda, siempre que me falte la respiración, siempre que lo necesite, habrá un mano delante mía para ayudarme a levantarme, que siempre a mi lado habrá una mano amiga dispuesta a no dejar que me caiga otra vez, y que lo único que debo hacer es no rendirme jamás.
Desconozco el autor
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