En cualquier momento, puedes poner un punto final a eso que te estuvo molestando durante tanto tiempo.
Fue tu decisión, hasta ahora, seguir tolerando situaciones que te molestan y lacerarte internamente.
Ya lo intentaste todo: tratar de entender lo inentendible, de justificar lo injustificable.
Buscaste respuestas diferentes a lo que te dictaban tu mente y tu intuición (y en muchos casos también, el sentido común).
Callaste cuando creías conveniente, para no aumentar más la tensión reinante.
Escuchaste historias a las que les encontraste un parecido y por eso seguiste aguantando.
Tal vez incluso haya casos cercanos en los que te ves reflejado, y por eso supusiste que si le pasó a alguien tan allegado, es lógico que te pase a ti. Además, por alguna razón, tenías que reaccionar de igual modo.
Pero éste es un momento excelente para que reacciones. Para que digas BASTA. Para que te pares en tus dos pies, bien erguido, y decidas darle un giro nuevo y positivo a tu vida.
Nadie puede sumirte en la desesperación o en la angustia, salvo que tú les des el poder para hacerlo.
Entregarle a otra persona las riendas de nuestra vida, en el terreno que sea, puede ser peligroso.
Responsabilizarte de tus acciones y decidir qué tolerar y qué no es un acto que te enaltecerá antes tus propios ojos y ante los de los demás.
Cualquier día es bien propicio para tomar la decisión de poner límites y recuperar tu propia estima. Hoy mismo, puedes convertir lo que te molestaba en pasado y comenzar a construir un futuro brillante.
¿Te animarás a hacerlo?
Fuente:
Publicar un comentario