Jose Luis Duarte Jose Luis Duarte Author
Title: Segregar por Merlina Meiler
Author: Jose Luis Duarte
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El otro día me encontré en una situación impensada: alguien que conozco hace muchísimos años me había bloqueado en Facebook porque me esc...
El otro día me encontré en una situación impensada: alguien que conozco hace muchísimos años me había bloqueado en Facebook porque me escuchó hacer un comentario que le pareció molesto: parece que se contraponía a sus convicciones políticas.

Quiero destacar que no milito en política ni tengo opiniones extremas, sino las de cualquier vecino que ansía que a su ciudad y a su país les vaya bien. Hice una mención bastante inocente y esperanzadora de mi visión con respecto al futuro, y esta persona (llamémoslo “Juan”), aunque yo no hablaba directamente con él sino expresaba libremente mi punto de vista, intervino y entabló una discusión bastante acalorada–en realidad, con él mismo, ya que nadie más participó de sus dichos. En un principio respondí con altura, pero después preferí que siguiera hablando solo ya que su discurso comenzó a salirse de control y a tomar un cariz que me hizo sentir incómoda.

Un par de días después y a causa de una foto en la que salió etiquetado, ¡me di cuenta de que me había bloqueado en Facebook!

No entiendo la segregación.

Considero que dejar de lado a alguien por sus ideas políticas equivale a hacerlo por motivo de su religión, color de piel, peso, género, tamaño, discapacidad o cualquier otra razón.

Particularmente, me gusta ver parejas o amistades “desparejas”, en las que hay diferencias notables o incluso se podría decir, objetivamente, que uno de los dos es más “inteligente, guapo, adinerado, …” que el otro, pero lo que prima en esas relaciones es el amor, el cariño, el compañerismo, en una palabra, todo lo que realmente interesa y tiene valor.

No me interesan las diferencias objetivas que yo pueda tener con otro ser, ¡siempre van a existir, y eso enriquece las relaciones! Sí su esencia, que sea confiable y buena persona.

Estoy en contra de todo tipo de segregación: se puede pensar distinto y mantener una amistad y el respeto.

Se puede ser distinto y tratarse con cortesía, dándole lugar al pensamiento del otro porque es tan valioso como el propio.

Cuantas más manos tendamos hacia los demás, mayores serán los puentes de cordialidad interpersonal que se crearán–en beneficio de todos.

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