Hay lastres que venimos cargando desde hace tiempo.
Y se nos dificulta dejarlos atrás por diversos motivos… Es probable que te sientas identificado con alguno de los que comento abajo:
costumbre: hace tanto tiempo que estás en la misma situación que ya la tomas como parte de tu vida o de tu persona, lo que te tocó en suerte (o en mala suerte). Sabes cómo hacer para ser funcional y continuar con tus actividades y con tus ocupaciones cotidianas a pesar de ello y delos condicionamientos que implica. Incluso hay cierta validación a nivel familiar o social que te han hecho mantener el statu quo hasta ahora.
compañía: aunque te suene extraño, ese lastre ocupa un sitio en tu vida y tan solo pensar en que desaparezca te enfrenta a un vacío que probablemente genere en ti distintas reacciones, incluido el miedo a la soledad. Hay buenas y malas compañías; lo importante es que te des cuenta de lo que realmente implica para ti.
excusas: con el tiempo has encontrado motivos para justificar lo que sucede y no tener que tomar acción alguna al respecto, ya que nadie es perfecto, todos cometemos errores, una de cal y otra de arena, lo hecho hecho está, a todos les pasa en mayor o menor medida, ya estás grande, a pesar de eso no es mala persona, etc. etc.
miedo a lo desconocido: ¿qué pasaría si decidieras de una vez por todas dejar atrás lo que te estuvo manteniendo en el mismo lugar, inmóvil o demasiado condicionado para desplegar tu personalidad? ¿Cómo emergerías? ¿Qué cambios se producirían? No conozco un dicho más limitante que “mejor malo conocido que bueno por conocer” y aun así, mucha gente lo sigue usando como estandarte para no avanzar en la vida ni darse gustos o cumplir deseos y aspiraciones.
Ha llegado la hora de que lo dejes atrás.
Tienes que vivir tu vida, ya los demás han tomado demasiadas decisiones por ti.
Deja de aguantar lo inaguantable.
Avanza.
El camino hacia adelante quizá no esté bien definido, lo irás haciendo y entendiendo al dar cada paso.
No importan las razones que hubo anteriormente, ya han expirado.
Si miras hacia atrás, que sea con un profundo respeto hacia ti y hacia lo que has vivido. Fue necesario para tu crecimiento y formación, pero ya cuentas con la suficiente entereza interna para saber qué es bueno para ti, sostenerlo y no conformarte con menos.
¿Qué de lo que ya no te sirve vas a dejar atrás?
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