para aprender o cuando elija caminos que no coincidan con los tuyos.
Enséñale a hablar y luego no lo reprendas
cuando deje de repetir tus palabras para pronunciar las suyas.
Enséñale a pensar y no lo condenes
cuando lo que piense no coincida con lo que piensas tú.
Enséñale a amar y no te interpongas en su camino
cuando el decida donde poner su corazón.
Enséñale a ser libre y no pretendas cortarle las alas
cuando el ensaye su propio camino…
René Trossero
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