Superar la escasez de agua dulce es uno de los grandes desafíos de nuestro tiempo para el logro de un desarrollo sostenible. No solo porque de ella depende la seguridad alimentaria, sino también por tratarse de un elemento esencial de los ecosistemas.
Básicamente, de ella depende el equilibrio del planeta tal y como lo conocemos, así como nuestra supervivencia y calidad de vida. Sin embargo, se trata de un recurso que está disminuyendo a un ritmo alarmante. No se trata de un periodo de sequía, sino de la falta permanente de recursos hídricos a consecuencia de distintos factores.
En efecto, las causas su creciente escasez son muchas, entre ellas el avance del cambio climático, los cambios producidos por el hombre en el ciclo del agua, la agricultura intensiva o, por ejemplo, el problema que representa en este sentido la superpoblación mundial.
En este post vamos a ver algunos datos tan curiosos como preocupantes relacionados de forma directa o indirecta con el uso y despilfarro del agua, un recurso precioso de cuya buena administración depende nuestro futuro y el de generaciones venideras.
Y es que aun siendo nuestro hogar un planeta azul, no toda ella es aprovechable. En cifras, el mundo contiene unos 1.400 millones de kilómetros cúbicos de agua, de la que únicamente el 0,003 por ciento, unos 45.000 kilómetros cúbicos, se pueden considerar “recursos de agua dulce”.
Cada día comemos, lo cual significa que además del agua que ingerimos en forma de líquido también la “comemos” diariamente a través de los alimentos. Además, ésta implica un mayor gasto de agua que la que bebemos.
En función de nuestra dieta, el agua utilizada para producir los alimentos que consumimos varía entre los 2.000 y los 5.000 litros diarios por persona. Unas cifras tremendas se convierten en absolutamente insostenibles si tenemos en cuenta que la población mundial alcanzará los diez mil millones de personas a mitad de siglo.
Dos tercios de la población vivirá en países con escasez de agua
La mayor parte de la población mundial vivirá en países que sufrirán la falta de este valioso recurso en los próximos años. Según la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO), de continuar las cosas como hasta ahora (modos de producción, patrones de consumo, etc.), el aumento de la demanda de alimentos llevará a que dos tercios de la población mundial viva en países con crisis hídrica para 2025.
Alrededor de mil millones de personas que viven en regiones secas, pasando hambre y, en fin, soportando una dura situación de marginalidad, deberán afrontar próximamente una creciente escasez de agua a consecuencia del cambio climático, advirtió José Graziano da Silva, director general de la FAO, en el Foro Mundial para la Alimentación y la Agricultura celebrado este año en Berlín.
Un problema planetario que se agrava
No es necesario esperar para sufrir los efectos de la escasez de agua. La escasez de agua, siempre de acuerdo con la FAO, afecta ya a todos los continentes. Casi una quinta parte de la población mundial, unos 1.200 millones de personas, habitan zonas con escasez física de agua, un término que alude a un tipo de limitación en el acceso para el consumo humano.
Agua, un recurso limitado e insuficiente
A lo largo del pasado siglo, el consumo de agua se disparó, hasta crecer a un ritmo dos veces superior al de la tasa de crecimiento de la población. Aunque a día de hoy no se puede hablar de una crisis hídrica global, sí se observa una tendencia a que el problema se convierta en crónico en un número creciente de regiones.
La escasez de agua, por otro lado, no es solo un fenómeno antropogénico, puesto que también se puede deber a causas naturales. Sin embargo, la situación actual y futura se ha agravado hasta unos límites insostenibles por la acción del ser humano.
A lo largo del pasado siglo, el consumo de agua se disparó, hasta crecer a un ritmo dos veces superior al de la tasa de crecimiento de la población. Aunque a día de hoy no se puede hablar de una crisis hídrica global, sí se observa una tendencia a que el problema se convierta en crónico en un número creciente de regiones.
La escasez de agua, por otro lado, no es solo un fenómeno antropogénico, puesto que también se puede deber a causas naturales. Sin embargo, la situación actual y futura se ha agravado hasta unos límites insostenibles por la acción del ser humano.
La agricultura, causa y víctima
Si bien la agricultura es la principal causa de la escasez de agua y factor de contaminación importante, también en ella encontramos posibles soluciones para reducir la huella hídrica que, de no adoptarse, acabarán por convertir el modelo de producción agrícola actual en inviable.
Entre otras posibilidades, los expertos señalan la importancia de reducir los residuos alimentarios, ya que un tercio de ellos se pierde o desperdicia. También se destaca la necesidad de primar los cultivos que requieran menos agua, como las legumbres. Por poner un sencillo ejemplo, producir un kilo de lentejas precisa 1.250 litros de agua, frente a los 13.000 litros gastados para que podamos comprar 1 solo kilo de carne de granja.
Por último, apuntemos que el concepto de escasez de agua se establece a partir de la medición de la relación entre agua dulce y población. Es decir, existirá estrés hídrico en un área cuando el suministro anual esté por debajo de los 1.700 metros cúbicos por persona y escasez de agua cuando esté por debajo de los 1.000 por persona.
Si bien la agricultura es la principal causa de la escasez de agua y factor de contaminación importante, también en ella encontramos posibles soluciones para reducir la huella hídrica que, de no adoptarse, acabarán por convertir el modelo de producción agrícola actual en inviable.
Entre otras posibilidades, los expertos señalan la importancia de reducir los residuos alimentarios, ya que un tercio de ellos se pierde o desperdicia. También se destaca la necesidad de primar los cultivos que requieran menos agua, como las legumbres. Por poner un sencillo ejemplo, producir un kilo de lentejas precisa 1.250 litros de agua, frente a los 13.000 litros gastados para que podamos comprar 1 solo kilo de carne de granja.
Por último, apuntemos que el concepto de escasez de agua se establece a partir de la medición de la relación entre agua dulce y población. Es decir, existirá estrés hídrico en un área cuando el suministro anual esté por debajo de los 1.700 metros cúbicos por persona y escasez de agua cuando esté por debajo de los 1.000 por persona.
Ana Isan
Publicar un comentario