Practica confiar, aunque solo sea por momentos. Esto significa soltar el control y observar lo que está sucediendo, sin prejuicios. Pregúntate a qué le temes e imagina mentalmente qué puede suceder. Luego, resuelve la situación hipotética y regresa al presente más sereno y fortalecido al saber que podrás enfrentarla si se manifiesta.
2. Afronta los cambios con buena actitud
La rigidez y la inflexibilidad hacen que nos quebremos y que suframos más de lo debido cuando se presentan los cambios inesperados. En la medida en que desarrollamos la capacidad de adaptarnos a lo nuevo, ganaremos flexibilidad, experiencia y madurez para convertimos en un mejor ser humano. Fluye con las transformaciones que tiene la vida y renuévate con cada experiencia.
3. Sal de la pasividad y actúa
Recuerda que lo que obtengas de la vida dependerá de lo que estés dispuesto a hacer y a poner para lograrlo. Hay personas que piensan que con solo desearlo, eso que desean llegará a sus vidas... Pero lo cierto es que sin pasión, trabajo, compromiso y dedicación no es posible conseguir nuestras metas.
4. Suma esfuerzo e intenciones
Lo importante es comprender que para conseguirlo necesitamos unir nuestra voluntad, deseo, compromiso y determinación de hacer cuanto sea necesario. De lo contrario, repetiremos los errores del pasado y obtendremos el mismo resultado negativo, para terminar sintiéndonos víctimas de la vida y de los demás, buscando culpables de lo sucedido, a la espera de que alguien haga algo concreto y positivo para que podamos vivir como lo deseamos.
5. Prepárate para asumir el cambio
Los cambios nos atemorizan porque nos llevan a soltar, a dejar atrás y a enfrentar lo desconocido para vivir nuevas experiencias. Debemos estar dispuestos a perder un poco para ganar algo nuevo, entendiendo que tenemos la oportunidad de ser una persona diferente y mejor cada día y que, además, tenemos el regalo de poder elegir cómo vivir el resto de nuestra vida.
6. Cumple tus compromisos
Especialmente aquellos que te van a beneficiar a ti mismo y a tus personas queridas. Recuerda que a las palabras se las lleva el viento y que solo las acciones concretas y positivas, repetidas en el tiempo, nos muestran a nosotros y a otros que hemos cambiado verdaderamente.
Maytte Sepulveda
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