Jose Luis Duarte Jose Luis Duarte Author
Title: El contrato del amor
Author: Jose Luis Duarte
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La gran mayoría de las relaciones de pareja fracasan por las falsas creencias y las expectativas irreales. Cuando nos enamoramos, nuestro mu...
La gran mayoría de las relaciones de pareja fracasan por las falsas creencias y las expectativas irreales. Cuando nos enamoramos, nuestro mundo se transforma, las cosas cotidianas pasan al segundo plano de la importancia, la prioridad se centra en nuestra persona amada. Esto sucede fuera de nuestra voluntad, ya que está asociado con el enamoramiento. En principio, no hay nada malo cuando esto sucede, el peligro está en pretender a mantener esta sensación durante la etapa del amor maduro. ¿Cuál es fallo común que hace fracasar las relaciones de pareja?

Antes que nada, es necesario dejar claro que las relaciones de pareja formales (matrimonio o unión libre) representan de por si un acuerdo entre los dos. Es un acuerdo que establece las bases de la relación, las reglas del comportamiento, los límites, lo que es aceptable y lo que no es.

Las parejas nunca se sienten a reflexionar y a elaborar este acuerdo, lo cual muchas veces sería una medida necesaria y útil, que a la larga evitaría muchas frustraciones y los malos entendidos. En realidad sucede que cuando los dos se enamoran, cada uno establece su propio acuerdo implícito y espera que el otro lo cumpla. Uno de los errores más frecuentes que cometen las parejas es “dar por sentado” lo que el otro debe hacer y cómo debe actuar.

Los conceptos del funcionamiento de las relaciones de pareja son aprendidos de fuentes externas. No nacemos sabiendo cómo funcionan estas cosas, lo aprendemos del ambiente y la cultura en la cual vivimos. Por esto, ningún modelo es bueno o malo, todo depende de nuestras expectativas y de nuestras ideas de lo que es bueno y de lo que no es. De hecho, en el mundo existe tanta variedad de los modelos de relaciones de pareja, cuantas culturas hay. También las condiciones históricas e económicas moldean nuestras relaciones de pareja. Todo indica que el modelo que funcionaba en el siglo XX, no funciona para el siglo XXI, por lo que si mantenemos nuestras expectativas arraigadas en los paradigmas del siglo XX, lo más probable que tendremos muchas frustraciones en nuestra relación con la pareja.

Uno de los errores más frecuentes que cometen las mujeres en su relación con la pareja es suponer que el hombre siente lo que ellas sienten y que el hombre sabe lo que ella necesita, lo cual es completamente errado.

Una de las principales características masculinas es centrarse en el mismo, lo cual le dificulta la habilidad de pensar en necesidades de su pareja y hace poco probable que las adivine. Los hombres, por su naturaleza, primero piensan en sus necesidades. De allí viene la continua acusación femenina del egoísmo masculino. Sin embargo, es solo una característica que no es mala ni buena, simplemente es así. Para evitar los sufrimientos inútiles, ayuda mucho que las mujeres lo sepan y lo acepten como un hecho, sin juzgarlo.

Comunicar sus deseos y sus necesidades es responsabilidad de cada uno integrante de la pareja, el orto nunca es responsable de adivinarlos. Asumir que todo es implícito y que el otro debe comportarse “como debe ser” es un grave error.

Una medida muy conveniente para definir las expectativas, establecer los límites y cuidar el bienestar de los dos, es formalizar un acuerdo entre los dos. Es necesario dedicar un espacio de tiempo para establecer las normas del comportamiento en la pareja respecto a los factores importantes de la vida, que podrían ser los siguientes (no son limitantes, ni reflejan el orden de prioridad). Para TODOS estos aspectos es necesario definir y expresar: ¿Que siento y espero yo? ¿Qué siente y espera mi pareja? ¿Coincidimos?
  • Fidelidad emocional y sexual
  • Manejo del dinero y del presupuesto de la familia (necesidades económicas de la pareja)
  • Crianza de los hijos
  • Tiempo libre
  • Relaciones con las familias políticas
  • Relaciones sociales y amistades
  • Relaciones con el sexo opuesto de la pareja (amigos y amigas, compañeros de trabajo, relaciones por Internet)
  • Proyecto de vida
  • Hobbies e intereses particulares, pasiones
  • Sexualidad (frecuencia, deseos, fantasías)
Si los deseos o expectativas no coinciden en la pareja, es preciso llegar a un acuerdo entre los dos y RESPETARLO. No olvidar nunca que el comportamiento que va en contra de los deseos y expectativas de la pareja se convierte en un punto de dificultad que a la larga desgasta la relación. Para evitar el desgaste el acuerdo mutuo es lo mejor, también comprender a la pareja y retirar tu exigencia, sería un acto de sabiduría que a la larga te dará la felicidad de tener una relación gratificante y estable.

Por otro lado no podemos olvidar nunca que el amor es aceptación. No podemos amar lo que no aceptamos y muchas veces confundimos el amor con el apego, la costumbre y con la fuente de suplir nuestras necesidades.

Gracias
Martha Beato

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