Asi como pensamos, somos.
Asi como respiramos, somos.
Y asi como nos alimentamos somos.
Un alimento tratado con armonía y cariño nos nutrirá con alegría y bienestar.
Al sentarse a la mesa, lo que pensamos, lo que decimos, como respiramos, como masticamos, la actitud hacia la comida y la postura que mantenemos mientras comemos, son aspectos cruciales que muy a menudo nos olvidamos y que dan a nuestra alimentación aquel valor añadido que cualquier otra comida no tiene.
El alimento debería entenderse como algo sagrado y por eso debería darse mucha importancia antes y durante de la elaboración de la comida.
Todo este proceso nos lleva a lo que se llama la alimentación consciente que nos recuerda que es necesario seguir los ritmos de la naturaleza, de la estación, de la luna, del clima y actuar acorde a ellos.
Para que los alimentos nos reporten el máximo de sus beneficios es necesario que cocinemos alegres, tranquilos y conscientes de que nos estamos estamos dando AMOR, seamos siempre generosos con este ingrediente que nos retroalimenta.
A mi me gusta y aconsejo:
-Cocinar descalzo, caminando en contacto con el suelo nuestro cuerpo energético se activa y se recarga. Sentimos alivio y libertad.
-La cocina debe recibirnos limpia, ordenada, aireada y dispuesta a ser utilizada sin que tengamos que ordenar los restos de la comida anterior.
-Decorar con alguna frutera o un vegetales en algún canastón nos aportará buen humor ante la vista de abundancia.
-Los teléfonos suelen interrumpir muchas cosas, intente desactivarlos y olvidarse de ellos. Dése el lujo de ser dueño de su tiempo.
-Cocinar en silencio, tratar de callar la mente y concentrarse escuchando los sonidos de cortar, de una olla hirviendo. Si es demasiado desafío, cante usted mismo, si es mucho desafío todavía, escuche alguna música tranquila y pacificadora.
-Limpiar y cortar todos los ingredientes antes de empezar a cocinarlos.
-No acumular desorden en el lugar de trabajo. Los utensillos que ya utilizamos deben ser limpiados y guardados en su lugar.
-Disponer todas las especias que se usarán a un costado antes de encender hornallas.
-Las hojas verdes que se usan en ensaladas luego de lavadas se ponen muy vivaces si pasan por un baño de sol.
-Ser generoso y justo al cocinar, no dosificar los ingredientes mezquinando, pensando que mañana van a faltar. Tampoco desperdiciarlos y malgastarlos sin sentido, creyendo que siempre van a sobreabundar.
-La cocina es el corazón de la casa, para que lata fuerte, cocinen entre todos los habitantes juntos alguna vez a la semana.
-Comer sentado en el suelo, bajo un árbol, bajo el cielo, o en un pedacito de pasto improvisar un picnic.
-Usar la mano para comer o cucharas. Los cuchillos y tenedores son utensillos agresivos y que demandan demasiada atención utilizarlos bien, desconectándonos del alimento.
Conéctese y disfrute a pleno de sus cinco sentidos al cocinar y alimentarse. Son pocos los actos de la vida donde utilizamos todos los sentidos juntos.
Roberto Gustavo Müller, Cocinero
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