Recuperar la tranquilidad depende de ti, de la capacidad y el valor que tengas para hacer cuanto sea necesario para sanar emocionalmente, limpiando tu espacio interior de todas esas emociones negativas, relacionadas con el recuerdo de los momentos más difíciles de tu vida. Solo así podrás pasar la página y abrirte a reconocer y disfrutar de todos los regalos esenciales que la vida te ofrezca.
Cuando te quedas con todas esas emociones reprimidas, estas te comienzan a desgastar el cuerpo, la mente y el espíritu, convirtiéndote en una olla de presión que, generalmente, estalla con las personas que no se lo merecen.
Nada es tan importante como para hacerte perder la calma. Serénate y recupera tu salud emocional. No permitas que el recuerdo negativo te haga perder de vista el valor de las cosas buenas que tiene tu vida.
Recuerda que detrás de cada sentimiento hay pensamientos que los sostienen y que podemos cambiar sus frecuencias en la medida en que, con la voluntad, nos conectamos mejores sentimientos y creencias. Recordemos parte de una oración de San Francisco de Asís: ¡Señor haz de mí un instrumento de tu paz, que donde haya odio, siembre amor!
¿Te sientes cargado y a punto de estallar? Es posible que tu alma esté pidiéndote hacer un alto en tu camino para reflexionar y tomar la decisión de liberarte de toda esa carga emocional.
No para todas las personas es fácil perdonar, para algunas es una tarea difícil que implica darse el tiempo necesario para aceptar lo que pasó y comprender que algo tenían que aprender a través de esa experiencia para alcanzar más madurez, fortaleza y compasión. Pensemos que en la medida en que estemos dispuestos a encarar el pasado difícil, podremos desprendernos del dolor, la rabia o el resentimiento más rápidamente.
Perdona solo cuando estés dispuesto a soltar, a dejar ir definitivamente a esa persona o a ese recuerdo de tu vida. Mientras guardes algún tipo de sentimiento negativo que te impida aceptar lo sucedido, mantendrá vivo el resentimiento en tu interior.
Eres una persona muy especial, que merece estar sana física, mental y emocionalmente, independientemente de las situaciones difíciles que hayas experimentado. Es tiempo de recuperar la plenitud de tu vida, sin prejuicios, sin culpa, sin resentimiento, temores o consideraciones negativas que pudieran ser el producto del pasado. ¡Vamos, decide comenzar a vivir una nueva etapa de tu vida, libre del resentimiento que haz guardado por un tiempo!
Maytte Sepulveda
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