¡Cuántos tienden a creer que la vida les ha sido dada sólo para satisfacer sus deseos! Están vivos y eso les basta, no se preguntan gracias a quién y a qué pueden respirar, alimentarse, amar, pensar… Y, como no son conscientes de lo que representa este don de la vida, la despilfarran. La conciencia les viene un poco más tarde, cuando se acerca la vejez, o cuando se encuentran discapacitados, enfermos. Entonces, hacen todo lo que pueden para retener esta vida que les está abandonando. ¿No deberían haber empezado a pensar en ello un poco antes?”
Omraam Mikhaël Aïvanhov
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