Jose Luis Duarte Jose Luis Duarte Author
Title: Empezar de nuevo: enseñando el perdón
Author: Jose Luis Duarte
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Puedes criar a tus hijos en una cultura de perdón pensando en lo siguiente: 1. Todo ser humano es falible. Eso quiere decir que TODOS ...
Puedes criar a tus hijos en una cultura de perdón pensando en lo siguiente:

1. Todo ser humano es falible.

Eso quiere decir que TODOS nos podemos equivocar de vez en cuando, empezando por los adultos. Deja que tus hijos te vean reconocer tus errores. Tu autoridad no se disminuye por admitirlo cuando te equivocas; al contrario, se necesita tener mucha seguridad y estar bien ubicado para saber pedir perdón.

2. Todos somos perfectibles.

Todos podemos mejorar en muchas cosas. Por lo tanto no debemos frustrarnos cuando nos equivocamos.
Si en casa siempre hay una segunda oportunidad, puedes motivar a tus hijos a perseverar y seguir trabajando para corregir sus errores. Es mucho más efectivo enfocarnos en el futuro que en el pasado: te equivocaste, pero la próxima vez lo harás mejor.

3. Debemos respetar los sentimientos de los demás.
Cuando lastimamos a alguien o lo hacemos sentir mal, es justo pedir perdón y tratar de enmendar la falta.
En casa acostumbra a tus hijos a hablar de sus propios sentimientos, y a preocuparse por lo que sientan los demás. Si aprenden a ser empáticos podrán tener más cuidado para no herir los sentimientos ajenos, y recurrir al perdón cuando hagan a alguien sentirse mal.
Acostumbra a preguntar a tus hijos cómo se sentirían ellos si alguien los ofendiera.
Los niños que cuidan a los demás y se preocupan por su felicidad son seres maduros y amados por todos.

4. El perdón es una forma de negociar.

Sabemos que nadie es perfecto. Es importante enseñar a tus hijos a seguir tratando de comunicarse aun cuando se equivoquen.
Pedir perdón es seguir hablando, haciendo un esfuerzo por reconstruir el puente entre personas y seguirlos tratando. Los niños que aprenden a pedir perdón no tan fácilmente darán por terminada una relación ni se darán por vencidos cuando algo no salga bien.

5. Perdonar es olvidar.

En casa con mucha frecuencia hay que voltear la página y volver a empezar. Aunque sea importante no tomar las faltas a la ligera, también es esencial aprender a dejarlas atrás y seguir adelante.
Dentro de tu familia puedes dirigir el diálogo hacia el futuro en vez del pasado: no fomentes la repetida lista de faltas ya cometidas.
Practiquen el hábito de hablar de lo ocurrido en el momento presente (el empujón o golpe que se acaba de dar, el objeto que se acaba de tomar sin permiso, etc.), reflexionando sobre cómo hacerlo diferente la próxima vez.

6. Se aplican consecuencias inmediatas.

Para cerrar la puerta sobre las acciones indebidas hay que terminar el proceso de manejarlas. Como autoridad tú debes intervenir para hacer cumplir las reglas, aplicando a tiempo consecuencias (no castigos) adecuadas.
Así cumplida la justicia, dejas espacio a tus hijos para que puedan ser generosos y otorgar el perdón pedido.

7. Perdonar y ser perdonado es liberarte.

Es obvio que el que logre pedir y conseguir perdón después de cometer una falta se siente libre, con la capacidad de empezar de nuevo con una segunda oportunidad.
También es importante dejar que tus hijos experimenten la fuerza liberadora de otorgar el perdón y olvidar las faltas cometidas en su contra.
El que perdona y verdaderamente olvida para seguir adelante se zafa de la pesada carga del rencor y el resentimiento.
Enseña a tus hijos a perdonar, por su propio bien, para que eviten amargarse la existencia sintiéndose ofendidos o tratados injustamente.
El perdón es una transacción que alivia el ambiente, cortando el tiempo para que no crezcan las emociones negativas.

8. Hay que poner el ejemplo.
En casa y en tu propia vida personal, ¿cuántas veces tus hijos te han visto pedir perdón cuando te equivocas? ¿Te han visto perdonar y olvidar ofensas? Sobre todo, ¿cómo te comportas cuando ellos rompan una regla o se equivocan?
Para que haya una cultura de perdón en casa, tú debes poner la muestra. Acuérdate que la práctica del perdón da vida nueva a los esfuerzos por mejorar y sana el ambiente familiar.

Margaret McGavin

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