Cuando estás envuelto en ayudar a los demás, esfuérzate siempre para hacer lo mejor incluyendo su confirmación de que quieren o necesitan tu ayuda. Cuando no estés preparado, tenlo presente y reconoce lo que no sabes personalmente. Esto tal vez te presente la oportunidad de experimentar lo que ya sabes por medio de tu fe y de confiar en la sabiduría de tu corazón. Entonces puedes responder de acuerdo a cómo el Señor te inspire y te dirija a responder.
Y cuando quieran alabarte por lo que has hecho para ayudarlos, puedes alabar al Señor.
- John Morton
Publicar un comentario