1. Sea cuidadoso en cuanto a quién escucha.
No todo lo que llega a tus oídos tiene sentido. Por lo general lo malo permea más que lo bueno, y el teléfono chocho impera. También trate de llevar a la cordura a aquellos individuos que meten más turbulencia en el ambiente. Esto se puede lograr cuando uno juega de "abogado del diablo" ante los chismes y debate a quien se lo cuenta.
2. Si escucha algo, y le preocupa, no le de vueltas al asunto y pregúntele a alguien que sepa.
Si aun así decide hacerle caso a alguno de los chismes que le llegan, no gana nada con preocuparse y postergar el chisme. Vaya a donde su supervisor o el encargado del área en cuestión y expóngale sus cuestionamientos. Por lo general ayuda mucho escuchar todos los lados de la historia. De nuevo, lo malo suele permear más que lo bueno.
3. Si alguien le llega a contar problemas, ofrézcale reunirse con alguien que lo pueda solucionar.
Cuando te cuentan algún problema y quien te lo cuenta parece no estar haciendo nada al respecto, ofrézcale ir juntos a hablar con con alguien que pueda traer una solución al problema. Si la persona está verdaderamente interesada en resolver el problema: aceptará. De lo contrario, al menos no volverá a llevarte sus problemas a vos.
Fuente:
http://lecturasuave.blogspot.mx
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