es un acto social obligatorio cuando alguien hace algo por nosotros.
Nos han enseñado que agradecer es un acto exclusivo de cuando
hemos recibido algo que deseábamos.
Sin embargo con Dios es un poco diferente, pues no solamente
debemos agradecer cuando todo va bien y como lo deseamos,
pues muchas veces el mismo Dios puede permitir que seamos
probados para ver si nuestro agradecimiento es sincero
o sólo un acto automático de decir “gracias”.
Porque es muy fácil decir que amamos a Dios y agradecer
cuando todo va bien,
¿pero somos tan buenos hijos cuando las cosas no son perfectas?
Amigos y hermanos. Muchas veces hemos hablado de agradecer a Dios.
Si hoy es uno de esos días en los que pareciera que no tienes
nada que agradecer mira tu cuerpo, escucha latir tu corazón
y piensa en aquellos que no tienen techo, comida o familia.
Te aseguro que te darás cuenta de lo mucho que debes
agradecer a Dios por este día.
Arturo Quirós Lépiz
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