No vale la pena, insistir en sacrificarte por ayudar a una persona que no está dispuesta a hacer nada por si misma, que solo espera que tu o que otras personas se hagan cargo de ella, de resolver sus asuntos, pensando que ustedes tienen la obligación de hacerlo, por el afecto y la relación que existe entre ustedes. Nos hace mucho bien, aprender a dar y recibir, que exista cierta reciprocidad en nuestras relaciones para que podamos sentirnos a gusto con su compañía. La única persona que puede cambiar esto, eres tú.
Herramientas para lograrlo:
Abre los ojos
Lo más importante es que seas capaz de reconocer la situación en la que te encuentras, y las condiciones en las que se da tu relación con las demás personas. Solo así, serás capaz de hacer los cambios necesarios en tu comportamiento y actitud, para mantener una postura más respetuosa y considerada de ti mismo para así, establecer límites que te permitan experimentar relaciones más equitativas y satisfactorias. Comienza a delegar sin miedo.
Atrévete a decir no
Vale la pena comenzar a escuchar tu voz expresar tus pensamientos, con firmeza y con gentileza; al mismo tiempo te hará sentir capaz y seguro de seguirlo haciendo cada vez que lo consideres necesario. Muchas veces tendremos que reunir el valor necesario para decir que no a aquellas invitaciones que nos hagan otros, conscientes del efecto que causaran en nosotros y en el mundo a nuestro alrededor.
Evita el chantaje emocional
No permitas que alguno de tus seres queridos te manipule haciéndote sentir culpable, enfréntalo y conversa con la persona acerca de la situación. Si sientes que eres inocente, o no estás de acuerdo con lo que está ocurriendo, atrévete a expresarlo abiertamente y siéntete seguro y confiado de tu actuación. Establecer límites saludables, es una forma de valorarnos.
Espera que te pidan
Es importante aprender a reconocer una actitud egoísta, a tiempo de hablar con esa persona sobre lo que sentimos, con la intención de resolver el conflicto o cambiar las condiciones en las que se sostiene la relación. También es necesario, desarrollar el valor para a establecer límites saludables que protejan nuestra dignidad, integridad y derecho a la felicidad, si fuese necesario. No podemos olvidarnos de nosotros por darles a otros.
Aprende a valorarte
Solo si te quieres lo suficiente, serás capaz de hacer uso de tu fuerza interior, para tomar decisiones, expresar lo que sientes y establecer límites maduros y saludables, que te permitan mejorar la relación con tus amigos y familiares, en especial con aquellos que abusan de tu bondad y deseo de ayudar. Haz el ejercicio de identificar tu necesidad emocional, es decir, la razón por la que te mantienes en una relación injusta y sujeta al chantaje emocional. Tiempo de soltar, dejar ir y seguir adelante, en busca de tu felicidad.
Maytte Sepúlveda
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