Basta de hacerle el amor a tu recuerdo, de la necesidad de mi piel por tu piel, de verte a lo lejos y no poder aguantar el nudo en mi garganta que me hace temblar y salir corriendo para poderte llorar, de que desprecies este amo que te tengo, que jamás en tu vida, nadie te ha sido tan fiel ni te ha amado sin condición alguna, basta del desdén a mi corazón, que si se ha equivocado es más noble que el de cualquiera que todo te ha perdonado.
Basta de la soledad de mi cama cada noche buscando los rincones de tu cuerpo para hallar el hogar que un día me regalaste, de despertar con esta angustia a media madrugada preguntándome donde y con quien estás, muriendo de celos sin tener la certeza si das tus besos a alguien más o sólo es la enfermedad de la nostalgia que me va matando de a poco por no poder hacerte tan feliz como ni tú mismo te lo imaginas.
Basta de ocultarle al universo que eres el amor de mi vida, si han de juzgarme que me quemen viva por amarte si eso es lo que requiero para que voltees nuevamente tus ojos hacia mi, y entonces puedes comprender que existe por y para ti, que si me equivoqué, no me alcanza el tiempo para arrepentirme y no me alcanza la vida para demostrarte que mi amor es más sano que el tú mismo has podido dar en tu vida.
Basta de que me faltes en mi vida, de seguir desperdiciando besos y caricias, de perder el tiempo tirándolo en las aceras mirando al cielo, mientras tú haces lo mismo mordiéndote los labios, queriendo buscarme pero dejando detenerte por los demás, que se divierten al verte triste y solo y que se alegran al verme sumida en esta soledad, basta de amarte y que no me respondas, basta de extrañarte, basta de este amor tan grande que me lleva a la asfixia.
BR
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