Empecé agonizar mi soy para no perderte, y me estaba perdiendo
En un alma que amaba a medias, que regalaba las sobras de su tiempo,
Que llenaba de otros su soledad, y disfrazaba de amor su inseguridad.
Y, decidí un día levantarme, abrir mi ventana y ver el sol que me regalaba
Mis noches… Ya no eras tanto, y ni te permitía ser mí nada.
Te enterré en vida, te morí antes de morirme…
Le quité mis alas a tu libertad, y empecé a serme nuevamente,
Lluvia, sol, tempestad, calma… Yo, en mis climas…
Sin miedo de no ser tu sol.
Me compartí contigo, hasta que recordé, que para amarte, tenía que amarme.
Beatriz Fonnegra.
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