Tratando de salvarte, devolviendo el aire, al oxido de tus esperanzas…
No me pidas que te sea, cuando me olvidas ser.
Estoy sumergida en mis penumbras y la verdad, te uso para recordarme…
Puedo ser todo, pero casi siempre me gusta ser nada,
La nada qué esperas y te sorprende,
Nada, ésa nada que por más que intentes, no se llenará
Y el todo, quedará siempre inconcluso de mí soy.
No habites mi ausencia, con la soledad vestida de cuerpos carentes de sí,
Ni pretendas mirar el color de mis ojos, en quién no te ve…
Te puedo dar mis manos vacías, mis bolsillos rotos,
Mis infiernos, mis cielos, y, a veces, te daré más y te sentirás tan amado
Que te sentirás inmortal…
Y cuando nuestros cuerpos se exploren, se habiten,
Nos sobraremos, no nos seremos,
Nos moriremos, nos resucitaremos, nos engendraremos,
Seremos el gemido de nuestra piel.
Beatriz Fonnegra.
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