Aceptar y ejercer tu responsabilidad personal implica deshacerte del salvavidas que medio te mantiene a flote y probarte que eres capaz de hacerlo por ti mismo y más aún, que eres capaz de avanzar en la dirección que tú deseabas.
¡TÚ DECIDES!
Si sigues responsabilizando a los demás de tus desventuras y permites que un “así soy yo”, ¿qué quieres que haga?’ te detenga, y si continúas actuando conforme a lo que te indican los demás y aceptas que otras personas sean las que te digan qué está bien y qué está mal.
¡Por favor, no te quejes cuando no consigas lo que quieres! Las personas, aun las que te aman, no saben a dónde vas.
¡Esa decisión ES SÓLO TUYA!
Ejercerla, es aceptar que tu vida tiene una razón de ser y que es tu responsabilidad encontrarla, como tuya será también la satisfacción de haberla alcanzado.
Autor desconocido
Publicar un comentario