La palabra “ambición” está bastante mal vista y sin embargo, para mí, es muy útil, utilizada en su justa medida.
Tener la aspiración de obtener algo que nos interesa (ya sea tangible o intangible) o para lo que tenemos talento es muy bueno.
Saber hacia dónde queremos dirigir nuestra energía, también.
Ya reza un dicho popular: “si no sabes hacia dónde estás yendo, ¿cómo sabrás cuando hayas llegado”?
Establecer la vara bien alta nos motiva a esforzarnos, a no quedarnos con menos de lo que deseamos, a no conformarnos con cualquier cosa.
El deseo de alcanzar objetivos es un motor que nos impulsa a mejorarnos, a ir más allá de nuestros límites actuales, a superarnos.
Hasta aquí, las ambiciones son altamente positivas.
Se transforman en lo contrario en ciertos casos puntuales si, para llegar adonde deseas:
- tus escrúpulos o tus principios morales se ven comprometidos
- pisas la cabeza de otra gente o actúas de manera desleal o cuestionable
- no disfrutas de lo que tienes ni de cada tramo que vas consiguiendo, en pos de perseguir permanentemente el final del recorrido
- te ciegas por completo a otras opciones (como un plan B)
- compites desmedidamente contra otros, con el mero fin de demostrar que eres mejor o que tienes más capacidades o influencia – dejando de lado, incluso, lo que en un principio te motivó a buscar el fin al que intentas llegar
Tú eres la persona indicada para saber si tienes las riendas de tus ambiciones o si ellas han llegado a controlarte a ti y a tus comportamientos en algún ámbito.
¿Te consideras una persona ambiciosa?
Fuente:
Mejora Emocional
Ambiciones por Merlina Meiler
Title: Ambiciones por Merlina Meiler
Author: Jose Luis Duarte
Rating 5 of 5 Des:
Author: Jose Luis Duarte
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