El primer alimento que debe recibir el niño es la leche materna, la cual no necesita ser complementada ni siquiera con agua (en climas templados), ya que contiene todos los nutrientes que un bebé requiere. En algunos casos las madres optan por darles fórmula, que después de la leche materna es lo que mejor que satisface sus necesidades.
La alimentación complementaria llamada “ablactación” es la introducción de alimentos sólidos en combinación con la lactancia, y es el primer paso para alcanzar la alimentación completa y variada.
Se recomienda comenzar a los seis meses de edad, sin embargo, hay quien prefiere hacerlo desde los cuatro, ya que antes un bebé no necesita más que leche para satisfacer sus necesidades, y si comienza a ingerir otro tipo de alimentos puede presentar intolerancia a éstos porque su sistema digestivo todavía no está preparado para digerir y absorber alimentos compuestos, ya que le falta desarrollar muchas de las enzimas necesarias para la buena digestión, además, hay mayores probabilidades de que desarrolle alergias.
Si en la familia hay antecedentes de alergia a los alimentos o de una enfermedad atópica como asma, urticaria o eccema, tal vez haya que posponer para más tarde la introducción de algunos o de todos los alimentos sólidos hasta después del año de edad, cuando su organismo ya es más fuerte y resistente.
Fuente:
Blog de Farmacia
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