"Al final de la fase vital larval, la plánula del coral se fija en el sustrato y experimenta ciertas modificaciones. Inicialmente segrega una fina capa de moco y después modifica su forma para hacerse plana, si bien la boca queda directamente hacia arriba. Curiosamente, en este estadio algunas especies son capaces de experimentar una metamorfosis inversa si las condiciones del fondo marino no son las ideales y, en consecuencia, volver a la vida planctónica y buscar un lugar más propicio. La parte inferior de la larva, ahora un disco, comienza inmediatamente a segregar material calcáreo desde las células ectodérmicas de la base, que producen filamentos de naturaleza quitinosa, entre los cuales se depositan cirstales rígidos formados a través de una solución sobresaturada con iones de calcio. Estos cristales primarios se unen entre sí para formar fibras cristalinas de aragonita, una forma especial de material calcáreo, y componen las partes estructurales de los coralitos ya descritas: teca, costillas, septos, etc. La temperatura ejerce una gran influencia en las reacciones fisiológicas, conduciendo al depósito de material calcáreo. La síntesis de este material es lenta a temperaturas inferiores a 15° C, pero aumenta a un ritmo constante entre 15°C y 28°C (óptimo de 25 a 27°C), desacelerándose de nuevo más allá de 30°C. La reacción entre la síntesis y la temperatura explica perfectamente los límites de la distribución geográfica de los corales descrita anteriormente, aunque de todas formas algunos estudios han revelado la existencia de adaptaciones específicas en las poblaciones de cada una de las especies".
Fuente:
Guía del mundo submarino
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