"El tono verde parduzco o verde azulado que caracteriza a la mayoría de los pólipos se atribuye a la presencia de zooxantelas en su tejido. Se trata de unas algas unicelulares o, para ser más precisos, de dinoflagelados de la especie Symbiodinium adriaticum, que viven dentro de las células endodérmicas del coral. La asociación entre estas algas y los corales es muy cercana. En realidad, es una endosimbiosis de dependencia mutua de la que se benefician ambos organismos. Las zooxantelas suminstran al pólipo energía en forma de productos obtenidos a través de la fotosíntesis, incluyendo azúcares, aminoácidos y glicerol, además de pequeñas cantidades de sustancias vitamínicas y hormonales. Asimismo, las algas enriquecen el entorno con oxígeno y eliminan los compuestos potencialmente tóxicos, como el dióxido de carbono, el fósforo y el nitrógeno. Estos productos provienen principalmente del metabolismo del coral y constituyen su principal contribución a la simbiosis, además de proporcionar a las algas un entorno bastante estable, seguro ante los depredadores. Es especialmente importante la función ejercida por el dióxido de carbono. Este gas, excretado por todos los organismos como producto final de la respiración, suele combinarse con el agua para formar ácido carbónico, un compuesto que, por su naturaleza, tiende a disorver el esqueleto de carbonato cálcico del coral y desacelerar la síntesis. El proceso de fotosíntesis en el que el dióxido de carbono y el agua son productos de partida, permite a las zooxantelas eliminar continuamente el dióxido de carbono, reduciendo así la acidez del entorno y favoreciendo, en consecuencia, las reacciones que llevan a la formación del esqueleto. El rápido crecimiento de los corales se debe, por consiguiente, exclusivamente a las algas simbióticas alojadas en cantidades considerables en los tejidos del coral".
Fuente:
Guía del mundo submarino
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