Los criterios que deben cumplirse son: Ecológicos: como la singularidad o rareza de un ecosistema, su diversidad o su vulnerabilidad frente a la degradación ocasionada por los fenómenos naturales o las actividades humanas. Socioeconómicos y culturales: especialmente de interés turístico y las actividades de recreo. Científicos y pedagógicos: la zona debe ser importante por su valor científico o histórico.
Al serles reconocidas esas características y conferida la categoría de ZMES, esos sitios deben ser objeto de protección especial por ser vulnerables a las actividades marítimas internacionales, según determinó en 2005 la OMI en su Resolución A.982(24), y debe aplicarse la normatividad aprobada o adoptada por el organismo para prevenir, reducir o eliminar la amenaza o la vulnerabilidad determinada.
Existen además muchos instrumentos regionales e internacionales que fomentan la protección de zonas marinas importantes para la conservación de la biodiversidad y las de gran interés ecológico, cultural, histórico/arqueológico, socioeconómico o científico. Y a los gobiernos les corresponde también proteger las zonas vulnerables a daños o degradación, incluso los causados por el transporte marítimo.
Desde el punto de vista medioambiental o ecológico las actividades marítimas pueden constituir un riesgo para el medio marino, pero es más grave para las ZMES por las descargas resultantes de las operaciones, la contaminación accidental o intencionada y los daños físicos a los hábitats u organismos marinos.
Por accidentes o por actividades contaminantes deliberadas, los buques pueden descargar directamente en el medio marino gran variedad de sustancias, o indirectamente a través de la atmósfera, como hidrocarburos y mezclas oleosas, sustancias nocivas líquidas, aguas sucias, basuras, sustancias nocivas sólidas, sistemas antiincrustantes, organismos acuáticos nocivos, agentes patógenos, e incluso ruido.
Esas actividades pueden ocasionar asfixia a los organismos marinos y a sus hábitats, contaminación con sistemas antiincrustantes u otras sustancias como resultado de varadas, y colisiones entre buques y mamíferos marinos, entre otros.
Fuente:
SEMARNAT, blog
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