Por lo general, en ese caso sí reaccionamos: nos volvemos desconfiados, creemos que tal vez él (o ella) no quiere tener intimidad porque está buscando (o encontrando) tener relaciones sexuales con otra persona. ¡Si dudamos si nos es fiel o no, hasta lo damos por hecho! O culpamos a la rutina de vivir en la misma casa, de vernos todos los días, de los años que hace que estamos juntos, “al principio todo es distinto” y por eso consideramos que ya no hay magia ni novedades en nuestra pareja. Incluso, algunas personas llegan a “vengarse” en otras áreas…
¡Podemos revertir esta falta de deseos, propia o ajena, con unas simples ideas!
Trata de hacer algo diferente por tu pareja: Por ejemplo, prepárale una comida especial que hace tiempo que no cocinas (y sabes que le gusta). Si eres hombre, cómprale flores o algo que la haga sentir que piensas en ella y la tienes en cuenta.
¡Prepara sorpresas! Un día, cuando él vuelva del trabajo, espéralo con los niños de visita en la casa de tu suegra… dos tragos listos, ¡y tú, despampanante! Si eres hombre, escríbele una carta y déjala en la almohada – ¡no falla!
Por un día, no hables (ni pienses) sobre cuentas por pagar, deudas, ni problemas domésticos. ¡Sólo por un día!
Juega a ser bien sexy: Algunas mujeres, con los años, olvidan lo importante que es seguir atrayendo a su marido. Cosméticos, un peinado distinto, ropa interior o un escote insinuante, sumado a un cambio en el tono de voz y en tu manera de caminar cuando estén solos, ¡provocará algo muy especial! No importa ni tu peso ni tu edad, ¡las mujeres sabemos cómo ser sugestivas, cuando queremos! Un poco de sugerencias y de mimos que los hombres nos hagan, tampoco vienen nada mal…
Se puede recrear la magia en una pareja y también las ganas de tener intimidad sexual… sólo hace falta que te lo propongas.
¿A qué le prestas más atención, a tu falta de deseo sexual o a la de tu pareja?
Publicar un comentario