La violencia en una relación es fruto de una relación insana, que tristemente, ocurre con bastante frecuencia. La violencia puede ser de varias maneras, física o psicológicamente. Consiste en que uno de los dos componentes se comporta violentamente con el otro.
El origen de esta unión insana que crea violencia en las relaciones puede ser variado. Puede que uno de los dos miembros imite relaciones familiares en su pareja. O también puede que la violencia sea un signo de las batalla internas que tiene uno de los dos.
Tanto uno como el otro (la víctima y el maltratador) pueden llegar a tener una unión durante mucho tiempo más allá del maltrato, como es una unión insana, la pareja se alimenta de eso justamente. Podríamos decir que de alguna manera disfrutan de la situación: de ser maltratador y de ser maltratado. Se acostumbran a vivir así y, aunque saben que existe otra forma de vivir muy distinta a esa, ellos se sienten cómodos ahí, se soportan porque ya están acostumbrados. Lo malo de esto es que las consecuencias pueden ser fatídicas, por ejemplo la víctima puede acabar muy malherida o, incluso, muerta.
En este tipo de relación insana que crea violencia en la relación pueden suceder diferentes modos. Por un lado una relación enfermiza donde los dos disfrutan de la violencia desde un punto de vista figurado o que realmente no son conscientes de lo que hacen.
Otra clase de relación agresiva es donde la pareja vive atormentada porque uno de los dos maltrata física o psicológicamente y el otro por miedo u otros motivos, sigue manteniendo la relación esperando que algún día cambie la situación.
Pueden ocurrir varias otras formas de relación insana donde el maltrato y la violencia sean la base en la pareja, pero aquí lo más importante es:
Que cualquier síntoma de violencia, ya sea física o psicológica, que ocurra regularmente y que se alargue con el tiempo es INSANO y se debe evitar. La persona maltratada es quien más se debe preocupar por su vida y denunciar dicha situación. Puede hacerlo pidiendo ayuda a familiares, amigos o autoridades.
Tanto el maltratador como la víctima deben tener asistencia sanitaria en un dispositivo especializado en violencia familiar o en violencia de pareja. Aunque lo más importante es proteger la vida de la víctima que es quien corre peligro.
“Ninguna cosa impuesta por la violencia será duradera. La violencia lleva implícita en sí misma la debilidad”.
Vanessa Arjona
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