Jose Luis Duarte Jose Luis Duarte Author
Title: Cómo asegurar que no estés creando un “bully” en casa
Author: Jose Luis Duarte
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Se habla mucho de las víctimas del bullying, pero ¿qué tal el bully? Por lo general, es un niño que también necesita ayuda y orientación. ...
Se habla mucho de las víctimas del bullying, pero ¿qué tal el bully? Por lo general, es un niño que también necesita ayuda y orientación.

Si quieres asegurar que tu hijo no se convierta en bully, sigue estas sugerencias en casa.

Pon un buen ejemplo.
Es muy importante que tú no uses la intimidación, ni la burla, ni el abuso de poder para lograr metas en la familia. Sobre todas las cosas, evita la violencia verbal o física en tu trato con la pareja y con los hijos.
Para ejercer autoridad y hacer cumplir las reglas de tu casa, involucra a tu hijo. Por medio del consenso familiar (guiado por tu visión de los valores más importantes), lleguen a una clara enunciación de las expectativas.
Por ejemplo, si es importante en tu familia que todos ayuden con los quehaceres de la casa, puedes decir, “En esta familia, todos nos ayudamos”, y luego pedir a tu hijo que ayude a definir reglas y rutinas concretas para participar en las responsabilidades de la casa.
De esta manera, le estás enseñando que hay un principio que los une a toda la familia, y que la participación y la opinión de cada uno es importante.

Practica el respeto.
Un ambiente respetuoso en casa enseña a tu hijo que las cosas se logran por las buenas, y que nadie tiene derecho de pisotear los derechos de los demás.
Si quieres algo, pídelo con respeto, y nunca olvides de dar las gracias. Si esta costumbre se practica en tu casa, tu hijo entenderá que todas las personas merecen un trato educado y respetuoso.
Sé presente.
En la escuela vemos que los bullies en potencia están buscando desesperadamente llamar la atención.
Asegúrate en casa que tu hijo goza de tiempo de calidad contigo, y que sepa que tú estás interesado en sus sentimientos, sus anhelos y sus problemas.
Un niño que tranquilamente disfruta con frecuencia la atención desinteresada de sus padres no tendrá la necesidad de controlar a los demás para lograr que lo vean y lo “respeten”.
En tu agenda semanal, aparta un tiempo sagrado para convivir con tu hijo y hacerlo saber que cuenta siempre con tu apoyo.

Ayuda a tu hijo a tolerar la frustración.
En el perfil de la personalidad de un bully es fuerte la falta de control de impulsos.
Por medio de la práctica disciplinada y constante, enseña a tu hijo a esperar su turno, a ganarse las metas con esfuerzo y trabajo, y a controlar su temperamento.
En casa evita el cumplimiento automático de caprichos. Un niño que está acostumbrado a que todos corran a obedecer sus demandas es un perfecto bully en potencia.

Fomenta la inteligencia emocional.
Es vital que todos podamos aprender a expresar nuestros sentimientos claramente, y a entender los sentimientos de otros. Esta habilidad se mejora con la práctica.
Por lo tanto, es importante en casa tener la apertura para que todos acostumbren a decir lo que sienten.
“Estoy triste. Me siento enojado. Me dio mucho coraje cuando …” Si tu hijo aprende a expresar sus sentimientos, se puede liberar de la necesidad de desahogarse por la violencia o la manipulación.
Dentro de esta práctica es esencial el hábito de la comunicación efectiva y sobre todo, la habilidad que tienes para escuchar. Cuando tu hijo te diga cómo se siente, no tienes que sermonear ni dar soluciones. Simplemente dale el espacio de compartir sus emociones y saber que serán validadas y respetadas por ti.

Enseña la empatía.
Con tus propias actitudes, modela la compasión hacia los demás. “Pobre de tu tía. Está de mal humor, porque está enferma. Vamos a ayudarla”, por ejemplo. Si tú enseñas a tu hijo a percibir el sufrimiento ajeno y tratar de aliviarlo, nunca se inclinará por lastimar a nadie.
Una familia empática que se solidariza con los necesitados enseña a todos sus miembros a preocuparse por ayudar a otros, una actitud totalmente anti-bullying.

Escoge a héroes apropiados.
Las películas, las caricaturas y el mundo de los medios con frecuencia ensalzan a protagonistas violentos y abusivos.
Cuida el contacto con la televisión, el cine y los vídeo juegos. Enseña a tu hijo a apreciar héroes de verdad quienes se hayan destacado por tener autoridad y poder moral, como pueden ser Gandhi o Martin Luther King.
Fomenta el pensamiento crítico para evitar que tu hijo acepte los golpes virtuales (que no duelen ni matan). En el mundo real, tenemos el poder de lastimar de verdad y debemos cuidar nuestras reacciones.

Encamina a tu hijo hacia el liderazgo.

Es un hecho que los bullies son líderes, porque viven de sus seguidores.
Si tu hijo tiene don de liderazgo, ¡qué bueno! Pero encárgate de enseñarle la responsabilidad que eso representa. Un líder puede motivar a sus seguidores a ayudar, o a lastimar. Un líder sí es responsable de las consecuencias de lo que él motive.
Entonces, enseña a tu hijo a ser líder empático que jamás permitiría un ambiente de bullying en su grupo.
Un líder que respeta a sus seguidores y motiva a todos a participar en acciones positivas puede lograr resultados dignos de admiración y respeto.
En cambio, el bully controla a sus seguidores por la intimidación y solamente existe gracias a la víctima. Eso es un liderazgo mal fundamentado: como el bully no conduce a la gente por medio del respeto sino por el miedo, tiende a ahuyentar en vez de atraer. Él mismo vive con el constante miedo de perder su influencia.

Margaret McGavin

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