El convento fue fundado por el Obispo Don José Gregorio Ortigoza, quien pensó en un convento similar al de las capuchinas, de Corpus Cristi de México, destinado exclusivamente para religiosas indígenas. El lugar en donde fue construido, fueron los terrenos anexos al templo de los Siete Príncipes. En el convento se adoraba a nuestra Señora de los Ángeles. A causa de las Leyes de Reforma, en 1863, el convento fue expropiado y vendido a particulares. En 1890 fue comprado por el obispo don Eulogio Gillow, quien lo restauró para instalar ahí una escuela de artes y oficios para gente pobre y de clase media. A su muerte, el inmueble quedó en manos de particulares, lo cual provocó su abandono y su ruina. En 1933 fue declarado monumento histórico y, en 1963, el Gobierno del Estado inició su restauración para albergar la actual Casa de la Cultura de Oaxaca; sus anexos son ocupados por el Archivo General del Estado.
En el Templo de los Siete Príncipes se caracteriza por su pórtico, sobre el cual se ubica el coro; ambos elementos dan pie a la portada principal.
En el interior puedes apreciar al centro del retablo el nicho que aloja a Nuestra Señora de los Ángeles; en los intercolumnios están ubicados los siete arcángeles, "Los Siete Príncipes", que dieron nombre al templo, y que representan el muro de potestades que custodian el trono del Señor: Miguel, Gabriel, Rafael, Uriel, Raquel, Baraquiel y Yuliel. Que están tallados en madera.
En el ex convento podrás apreciar que en el interior conserva dos claustros, uno de dos niveles y otro de uno. En el claustro principal es interesante la fuente octagonal por sus finos tallados de cantera verde.
Actualmente los dormitorios, comedor, sala capitular se han convertido en espacios para la expresión cultural en Oaxaca.
Este lugar se localiza a 8 cuadras al sudeste de la Plaza Central (Zócalo) en la Calle de González Ortega, entre las Calles de Cristóbal Colón e Ignacio Rayón. No olvides visitarlo cuando andes por Oaxaca.
Fuente: México lindo y querido
Publicar un comentario