sin la calidez de tu sonrisa,
sin el roce de tu mirada,
sin tus palabras,
sin tus manos
dibujando mi silueta
en el aire.
Llevo conmigo,
tu amor en mi alma.
El deseo que brota de tu piel,
sembrando en mí,
una parte que dormía.
Me llevo tus besos
a mi almohada,
porque la luna
los dejó aquí.
Golpeó mi ventana,
sonrió
y mil besos
a mis labios entregó.
Un lucero, me trajo tu aroma.
Hoy,
mi habitación, mi espacio,
solo huele a ti;
hoy la noche me hace compañía.
No estas allí,
donde duerme tu cuerpo,
estas aquí,
donde lo cóncavo y convexo,
son el complemento perfecto.
Dos almas, dos cuerpos,
un único y verdadero sentir,
nuestro amor.
Vida...
hoy tus labios,
están en tu rostro,
pero el sabor de tus besos,
esos tan míos;
los que cada instante
siento en mi piel;
en cada rincón de mi ser.
Esos besos,
que la distancia , me roba
pero que el tiempo, me acerca.
Hoy esos besos,
tuyos y míos, nuestros;
acunan el amor que vive en mí.
Que nació de ti , por ti, para ti.
Amor,
hoy dormiré, sin dormir;
porque despierta, contigo sueño.
Hoy la luna , no durmió;
decidió viajar hasta mí
y regresar a ti;
cruzar el cielo
y unir tus sueños, con los míos.
Y así
despertar soñando,
viviendo
nuestra realidad.
Despierta Amor, que nuestra luna llegó.
Loreley J Acosta Silveira
Desde lejos pero cerca.
Feliz vida.
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