es la hora de la nostalgia,
es la hora más solitaria
y la hora más larga.
Es la hora en que espero
con el corazón acongojado,
oír tus pasos en la entrada
porque me faltas y te quiero,
porque si no estás a mi lado
el ocaso herido se hace eterno,
mi caminar antes ágil y ligero,
se hace torpe, se hace lento,
porque me faltan tus besos,
porque me falta tu aliento,
tu sonrisa y un te quiero
con mil suspiros en mi pecho,
porque al morir en la noche el día,
la soledad ya no es mi amiga,
ya no me entretiene su compañía
y solo quiero que de mí se vaya,
que la reemplacen tus brazos,
tu mirada dulce y tus palabras….
María Elena Astorquiza V.
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